¿Cómo Serán Las Oficinas Pos-COVID-19 ?
El COVID-19 ha cambiado la manera en que nos relacionamos con nuestros trabajos. Ante el desafiante panorama, líderes de todas las industrias comienzan a reimaginar los espacios en que trabajamos.
La economía se dirige a la restauración después de la pandemia del COVID-19. En el camino, nos hemos dado cuenta de que muchas cosas no volverán a ser como antes. Nuestros hábitos continúan evolucionando a favor del bien común. En mayo, Satya Nadella, el CEO de Microsoft ya reflexionaba, «Hemos visto una transformación de dos años en dos meses». Te compartimos tres cambios a los que nos enfrentamos en los lugares de trabajo y oficinas conforme alcanzamos la nueva normalidad.
Revaloración de la oficina.
Antes de la pandemia, las oficinas han sido espacios vitales para la productividad. No había manera de contener el talento y la energía de un equipo sino en un espacio que celebrara el trabajo presencial y la colaboración. Ahora que hemos sido obligados a trabajar desde casa, muchas interrogantes que existían desde antes ya no pueden pasar desapercibidas.
Las organizaciones crearán espacios de trabajos hechos para apoyar el tipo de interacciones que no pueden ser hechas de manera remota. Si el propósito de un espacio de trabajo es satisfacer las demandas de colaboración, ¿deberían reducirse los cubículos a favor de un open office? ¿Deberán trabajar desde casa los colaboradores que rara vez tienen reuniones y suelen trabajar desde sus cubículos? Las circunstancias según la industria varían mucho. Pero, como medida general, las empresas deberán seguir muy de cerca las demandas de sus operaciones con el propósito de satisfacerlas y aumentar su productividad.
Home office
Desde luego, ante las interrogantes, muchas industrias encontrarán una respuesta en el trabajo remoto. Esta es una opción que no solo hemos visto que es viable, sino que además trae consigo muchos beneficios. Entre ellos: mayor flexibilidad, mayor satisfacción y una reducción en los gastos. Aunque habrá muchas empresas que opten por hacer la transición de su fuerza de trabajo al 100%, muchas otras se decidirán por un modelo híbrido.
Sin embargo, el trabajo remoto no es una respuesta que encaje con todas las industrias. Según WeWork, empresa que proporciona espacios de trabajo compartidos, «comenzarán a existir distintas desventajas. Como la pérdida de identidad corporativa, horas de trabajo extra, poca organización y distorsión de mensajes. Incluso podría verse afectada la salud mental de los colaboradores».
Una oficina con distanciamiento social.
Para aquellas demandas que sí requieren un espacio físico, los cambios son inminentes. Podemos esperar menos escritorios, con espacios vacíos entre ellos y paredes de acrílico por doquier. Siempre habrá un desinfectante de manos a la vista. Las instituciones deberán hacer todo lo necesario para que sus colaboradores se sientan lo suficientemente seguros en sus espacios de trabajo.
En los noventa, una persona en una oficina tenía una extensión de 14 a 15 metros cuadrados. Con el tiempo esto cambió a hasta 8 metros para cada una. Según Alberto Laris, director de la empresa constructora Gaya, el distanciamiento provocará que la extensión vuelva a ampliarse a como estaba antes. Este cambio se llevará a cabo puesto que resulta más costosa la ausencia de un colaborador que la remodelación de los espacios.
¿Crees que el home office ha resultado beneficioso para las empresas? ¿Cómo crees que sean las oficinas una vez que regresemos a ellas? ¡Escríbenos en los comentarios tus opiniones! Y síguenos en redes sociales para leer más artículos como este.